martes, 4 de agosto de 2009

Sobre monstruos y fenómenos

Publicado en fenómenos de la naturaleza 27 Abril 2009
Tags: Circo Gran Fele, Gabinete de Curiosidades, Graullera, monstruos, Morach, Moraig, sirena, sirenas, tritones


Una vez vi a la famosa sirena de Fidji. Su cuerpo era medio pez, medio humano, si se podía llamar humano a semejante engendro. Los ojos sin párpados expresaban sorpresa, miedo y odio. La boca, cuyos labios apenas se distinguían, mostraba unos afilados y amenazantes dientes. Sus manos eran garras salidas de las pesadillas oscuras de nuestra infancia. Su apariencia, la de un enorme y amenazante pescado ahumado. Desde entonces esta imagen me ha acompañado como una fiel compañera de juegos.
Tritón y sirena, vistos en el Nilo
Fue mi primera sirena, pero no la única. Descubrí en viejos libros a los dos tritones, macho y hembra que describió Mena, gobernador de Egipto. Vislumbré sirenas de las que habla Rondelet en el mar de Noruega. Hieronymus Cardanus describe un monstruo con cabeza de oso, brazos y manos de mono y el resto de pescado, que fue encontrado en Macerie.
Philippe Forestus da fe de un ser con forma de león, cubierto de escamas, capturado en el mar Tirreno.
Diablo de mar
El tres de noviembre del año 1523 fue visto en Roma un monstruo de la talla de un niño de cinco años, con la parte superior semejante a un hombre y la inferior a un pez.
Otras sirenas han sido vistas cerca de la isla de Thylen, en la mar Océana. También en la costa de Bergen, en la mar Ilírica y en Escocia, e incluso en el mar Rojo, donde habita el Orobon y del cual se alimentan los árabes del monte Mazouan.
Mil y una historias sobre este ser tan especial. Originario de la mitología griega, cuyo nombre está posiblemente inspirado en el Sánscrito Kimera, “encadenado”. Seres mitad mujer mitad ave.
Posteriormente, la representación que ha llegado a nuestros, las describe como mujeres con cola de pez.
Las sirenas representan el espíritu de los muertos. Pero sobre todo se distinguen por una voz musical increíblemente bella cuya canción es irresistible y lleva la perdición a los que la escuchan.

En el año 2003 llegaron a mis oídos ciertas leyendas acerca de la cueva del Morach, el río subterráneo más largo de España, situado cerca del pueblo de Benitachell (Alicante).



Cueva de Benitachell
Al río se accede desde la Cueva de los Arcos, realizando una inmersión a través de un sifón para salir al mar. Desde allí y por el acantilado, se accede a una cueva derrumbada, en cuyo fondo se encuentra la boca del río.

Los rumores hablaban de una sirena que había sido vista
por algunos submarinistas. El hecho de que siempre fuera avistada en momentos de peligro, hacía pensar en alucinaciones y visiones debidas al estrés y el pánico.

Programé varias inmersiones en la cueva con mi amigo Rafael Graullera. Pero no hicieron falta tantas, ya que en la primera inmersión, a unos doce metros de profundidad y unos cien metros en el interior de las oscuras aguas del Morach, descubrí repentinamente una figura que parecía ser una mujer, y que más tarde fue reconocida como una sirena. Su estado de conservación se podía definir como de una momia petrificada, oscura, suave al tacto y fría.

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