martes, 4 de agosto de 2009

EL GENIO DE LA LÀMPRA, Salòn Nacional de las Artes del Fuego 2008

Apoyándome en este texto satirizando al Presidente de la Republica realizo la obra “EL GENIO DE LA LÀMPARA”, el pueblo siempre quiere que les cumplan sus deseos, pero el precio es muy caro.
La propuesta es rechazada y el día de la inauguración irrumpo y realizo el HAPPENING “EL GENIO DE LA LÀMPARA









Más conocidos en la antigüedad por el nombre de djinns o jinns, los genios eran entes egoístas y salvajes. En su lista de propósitos no cabía la servidumbre desinteresada al hombre como se nos ha hecho creer. Las modernas concepciones literarias y cinematográficas han despojado al genio de su aureola malvada y terrible y, por supuesto, de su carácter caprichoso tan solo comparable en occidente con los seres elementales también llamados duendes. No olvidemos que, como nos muestran las películas de disney (entre otras), los genios que habitaban las lámparas maravillosas son una creación gestada en oriente en un mundo mágico marcado por la imaginación de sus gentes.
El Corán, el libro sagrado del Islam, ya hace mención a estos espíritus aludiendo a su origen...ni más ni menos que de las llamas doradas del fuego. Ya se hace una clara distinción entre el hombre, creado del barro, los Ángeles, espíritus de luz, y los djinns, seres nacidos directamente del elemento fuego.
Los genios del Islam son mucho más antiguos que el hombre, por esta razón se explica su desprecio hacia el ser humano al que considera un ser mezquino e inferior a él. Sin embargo, a pesar de todo, los genios no son siempre similares entre sí, existen tantos tipos de jinns como diferencias encontramos entre los seres humanos. Unos son malvados, otros benéficos, los hay que actúan dominados por algún objeto, por ejemplo, la tan conocida lámpara maravillosa que era capaz de hacer sucumbir al genio a la voluntad del portador de dicho objeto... Pero en lo que muchos estudiosos coinciden es que los genios eran considerados seres amorales tan cambiantes y volubles como las propias llamas de una hoguera.
Los genios atesoran un gran número de cualidades o atributos cedidos por el propio Dios. Entre ellos encontramos el don de la invisibilidad, aunque en otras regiones islámicas no se le da esta atribución, sino el poder de la transformación para poder mimetizarse con el entorno en forma de animales o personas. De igual forma, como ocurre con los demonios del cristianismo, poseen una clara jerarquía y cada uno se sitúa en un escalón muy bien definido.
No olvidemos que al igual que ha ocurrido en momentos determinados de la historia del cristianismo, a los djinns se les ha otorgado, al igual que a los demonios, la capacidad de portar la inspiración a los hombres dedicados a las artes. Muchos de escritores de fama del pasado e incluso en la actualidad, afirmaron en su momento tener un jinn que trabajaba para ellos. Haciendo clara mención a la rapidez con la que acababan sus obras o a la belleza que lograban aportar a ellas.
Imagino que usted, amable lector, estará interesado en conocer si realmente estos poderosos entes se dedicaban a conceder deseos a diestro y siniestro, por si algún día el destino le presenta a uno de ellos. Pues bien la respuesta es...no, a no ser, claro está, que se encuentre subyugado por un objeto de poder que usted posea y que lo haga sucumbir a su voluntad. Pero aún así le recomendaría que no formulase ningún deseo, ya que, podría tratarse de otra clase de jinns, los ifrits, una suerte de genio malvado que interpretará los deseos de su amo a voluntad para regocijo de él mismo, ya que su rencor hacia la raza humana lo convierte en un ser depravado que no dudará en destrozar la vida de un hombre a la menor oportunidad.
Una de las más claras representaciones de estos seres en el mundo del cine lo podemos encontrar en la película Wishmaster (amo de los deseos) producida por el creador de otras sagas de terror como pesadilla en Elm´s street, Wes Craven, todo un genio del terror que ha dado al mundo algunas de las creaciones más destacadas del género y otras no tanto, condenadas inevitablemente al olvido. Pues bien, en este film el director Robert Kurtzman nos muestra a un genio encerrado en una piedra preciosa creada como cárcel para tal propósito, sin embargo, su sueño es interrumpido por la persona que la encuentra, de manera fortuita y casual. Esto desencadenará la liberación del genio malvado que concederá deseos a los incautos que se topen con él, por supuesto, interpretará estos deseos de una manera muy particular provocando la desgracia a quien los formule.
La literatura ha suavizado el carácter real de los jinn y la factoría disney ha ayudado a que nuestra mente colectiva tenga una visión distorsionada de lo que realmente representan estos seres para la mitología islámica. Pero el occidente soberbio donde habitamos ya nos tiene acostumbrados a interpretar como “le ha venido en gana” numerosos puntos de la tradición islámica. La demonización progresiva del pueblo de Mahoma causa arcadas a más de uno, por lo menos a mí me las provoca... pero bueno esta es otra historia.

Hector P. Fajardo
Alfonso Ferrer

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